Río Negro, Chubut, La Pampa, Santa Fe, Entre Ríos, Misiones, Salta, Corrientes, Tucumán, Santiago del Estero, Jujuy, Neuquén y Ciudad de Buenos Aires. En todo el país, los productores de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Tierra (UTT) volverán a salir a las calles este miércoles con feriazos y entregas de bolsones de frutas y verduras para producir otro “Alimentazo” en medio de la crisis sanitaria y alimentaria que atraviesa el país. El plato principal será un “Verdurazo” a las 11 frente al Congreso de la Nación, donde les legisladores mantienen sin tratamiento la Ley de Acceso a la Tierra, iniciativa que busca asegurar un plan de créditos para los miles de pequeño productores que producen alimentos para el mercado interno. “Que nos permitan poder acceder a la tierra para quienes la trabajamos y producimos el alimento para las mesas argentinas”, exige Miriam Samudio, delegada de UTT Misiones.
“En este contexto de miseria y pobreza es cuando hay que avanzar hacia un nuevo sistema agroalimentario que garantice el derecho a la alimentación sana, segura y soberana a todos los argentinos y argentinas que pasan hambre”, insistió Zulma Molloja referenta de la UTT y productora del cordón hortícola de La Plata, que se hará presente junto a otros productores del periurbano frente al Congreso con 10 mil kilos de verduras para donar.
El Congreso declaró la emergencia alimentaria en el país en septiembre de 2019 y, desde entonces, la canasta básica alimentaria se incrementó en más de un 100 por ciento, según cifras del INDEC. En medio, la pandemia de Covid-19 incrementó los niveles de pobreza hasta el 42% por ciento, afectando a 19 millones de argentinos y argentinas. En ese contexto, sólo el 13 por ciento de la tierra está en manos de pequeños productores, que producen más del 60 por ciento de alimentos que llegan a las mesas del país.
La Ley de Acceso a la Tierra fue presentada por la UTT por primera vez en 2016 y volvieron a pedir su tratamiento en 2018. En ambas oportunidades perdió estado parlamentario. Según el último Censo Nacional Agropecuario (CNA), entre 2002 y 2018, desaparecieron 25,5 por ciento de las explotaciones agropecuarias; y el 55 por ciento de los productores chacareros controlan solo el 2 por ciento de las tierras. En los cordones del periurbano, según la UTT, el 80 por ciento de los quinteros alquilan la tierra que siembran, a precios que compiten con las tierras para la construcción de countries.
“Desde el campo que alimenta venimos construyendo y proponiendo un modelo productivo que sea política pública, con acceso a la tierra, agroecología para desdolarizar la producción, diversificación y desconcentración, fortalecimiento de las economías regionales y acuerdos de precios transparentes”, apunta Juan Pablo Acosta, delegado de UTT Patagonia.
Cuentas pendientes con el acceso a la tierra
Tras la primera ola de la pandemia de Covid-19, que demostró una necesaria reconversión en los sistemas de producción y distribución de alimentos, la UTT presentó el proyecto de Ley de Acceso a la Tierra por tercer vez en el Congreso con la presencia de los ministros de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Basterra, y su par de Desarrollo Social, Daniel Arroyo; junto a un grupo de legisladores del oficialismo, entre ellos, la vicepresidenta del bloque del Frente de Todos y titular de la Comisión de Legislación General, Cecilia Moreau. Tres semanas después, el presidente Alberto Fernández aseguró que el Gobierno tenía que “hacer un plan para darle tierras fiscales a los que quieran trabajarlas”.
“Mientras el sector agroindustrial sigue liquidando ganancias extraordinarias y amenazando con lockouts patronales, el otro campo se solidariza con la pobreza y el hambre que vive buena parte de nuestra Argentina”, destacó Rosalía Pellegrini, vocera de la UTT, sobre los “Alimentazos”, “Verdurazos”, “Corderazos” y “Asadazos”, que no se detuvieron en los meses de pandemia para llevar algo de alivio a los bolsillos y mesas de los argentinos en el contexto de crisis sanitaria y económica.
A pesar del contexto crítico, la Ley de Acceso a la Tierra fue tratada en comisiones de Legislación General, presidida por Moreau, y Agricultura y Ganadería, encabezada por José Arnaldo Ruíz Aragón (Frente de Todos), pero aún no obtuvo dictamen para pasar al recinto. ¿Qué propone la norma?
- Créditos blandos para la compra de las tierras cultivadas, con cuotas similares a lo que actualmente son los alquileres mensuales.
- Que el Estado destine parte de las tierras públicas ociosas para ser loteadas y vendidas mediante el mismo sistema de créditos, con fin exclusivo para la agricultura familiar, transición hacia la agroecología y sin posibilidad de vender o transferir en 20 años.
- Creación de colonia agroecológicas
“Apoyo la Ley de Acceso a la Tierra presentada por la UTT.” Esa era la consigna del cartel con el que el presidente Alberto Fernández volvió a mostrarse a favor de una norma que impulse un reparto de las tierras y programa de acceso para los pequeños productores. La foto sucedió durante una reunión, en febrero pasado, con referentes de la UTT, el Movimiento Nacional Campesino-Somos Tierra y la Federación de Cooperativas Federadas (Fecofe), organizaciones campesinas que recientemente lanzaron la Mesa Agroalimentaria Argentina. Sin embargo, la norma no fue priorizada en la agenda legislativa presentada por el mandatario durante la apertura de sesiones del Congreso.
¿Cuánto representaría para el Estado invertir en un plan de créditos que permitiera acceso a la tierra, reducción de costos de producción e incentivo para la transición hacia la agroecología? Un tercio de lo que el Estado le prestó a Vicentín, sostienen desde la UTT, unos 300 millones de dólares. Un paralelismo más reciente podría hacerse con el acuerdo que cerró el ministro de Economía, Martín Guzmán, con el Club de París por 430 millones de dólares. Una inversión menor a lo que se destinó para ese «entendimiento» permitiría avanzar en este plan de acceso a la tierra para la seguridad alimentaria.