Santa Cruz: grandes estancieros, producción ovina, megaminería y la búsqueda de alternativas
febrero 29, 2024
La radiografía del campo santacruceño da cuenta de la concentración de tierras en muy pocas manos, la ausencia del fomento a producciones diversificadas y con políticas de Estado para la explotación petrolera, minera y grandes represas. De los primeros intentos de asentar poblaciones hasta la matanza de obreros, de los pueblos originarios al extractivismo actual.
Radiografía del agro, Santa Cruz
Ilustración: Sebastián Damen

Por Esteban Lehue

Desde Santa Cruz

El campo santacruceño ha atravesado la historia del poblamiento de la patagonia sur. De alguna manera también es el reflejo del auge y la caída de la ganadería intensiva. Actualmente, según cifras del Gobierno de Santa Cruz, se asientan alrededor de 5.000 establecimientos agropecuarios cuya principal actividad económica es la ganadería ovina. Una provincia caracterizada por un clima árido y seco, de escasas precipitaciones, donde se hace muy difícil llevar adelante la agricultura tradicional. Sin políticas públicas que fomenten el arraigo y producciones sustentables, los distintos gobiernos abrieron paso a la megaminería, la explotación petrolera y las megarepresas.

Los intentos de poblamiento y el avance capitalista

En Santa Cruz hubo tres intentos de poblar por parte de colonos: la ciudad del Nombre de Jesús (en 1580), la Nueva Colonia y Fuerte Floridablanca (1780) y la Real Compañía Marítima de Puerto Deseado (1789), todas ellas en el sector costero.

Ninguna de estas experiencias prosperó y hubo que esperar mucho tiempo para el desembarco definitivo de población foránea en estas tierras, en la que reinaban los Ahonikenk, pueblo originario de la Patagonia Austral, que vivían de la caza de especies nativas tales como el guanaco y la recolección.

El poblamiento definitivo, con los colonos, se dio de la mano de llegada de la producción de ovejas a partir del año 1880. Comenzaría entonces una etapa marcada por décadas de preponderancia de la ganadería ovina, para lana y carne como actividad económica.

Radiografía productiva del Agro, provincia de Santa Cruz.
Foto: Nicolas Pousthomis

La ocupación de la tierra fue dándose por etapas, tal como señala la investigadora santacrueña Elsa Barbería, en la imprescindible obra “Los dueños de la Patagonia Austral”, que distingue dos etapas de ocupación de la tierra por parte la actividad rural. La primera de 1880 a 1920, caracterizada como “el auge ovino” y, la segunda, hasta los años '40, donde la ganadería comienza a estancarse y posteriormente a declinar, combinándose con las actividades extractivas de minerales.

Barbería señala que el poblamiento definitivo se da en 1880. Primero de la mano de la búsqueda de oro en Cabo Vírgenes, en el extremo sur de la provincia. Por esa época también el Estado Nacional, bajo la presidencia de Julio Argentino Roca, comienza a promover el poblamiento de la región. Esto se dio de sur a norte, y de este hacia el oeste.

El proceso de expansión del capitalismo, motivado por el interés de incorporar nuevos mercados, de asegurar materias primas a bajo costo y obtener mayores beneficios en las inversiones y el rol asignado a la Argentina exportadora de productos agrícola ganaderos, condujeron a la necesidad de integrar nuevas tierras y redefinir el uso de las ya incorporadas, para aumentar la producción, y al desplazamiento del ovino a las áreas más alejadas del puerto de Buenos Aires, campos que convenían al vacuno y a los cereales”, narra la historiadora, sobre el rol de Santa Cruz en el modelo de país impulsado por la generación del '80.

El poblamiento se dará así con motivos de expandir la soberanía pero también por la extensión de la frontera ovina de capitales que ya operaban en Chile y en las Islas Malvinas. De hecho, una particularidad de la historia es la gran cantidad de inmigrantes provenientes del archipiélago hacia Santa Cruz, con descendientes que llevan generaciones en el lugar.

De la mano de grandes hacendados, en su mayoría de origen europeo, fue conformándose la sociedad santacruceña.

Épocas no exentas de polémica, como la vista en la acumulación original de la tierra, tal como lo señala Alfonso Marchante, en la obra “Menéndez, Rey de la Patagonia”, crítica al latifundio, esquema productivo que dio origen a la explotación económica en Santa Cruz.

Radiografía productiva del Agro, provincia de Santa Cruz.
Foto: Nicolas Pousthomis

Hubo un gran auge de la ganadería ovina en los años de la primera guerra mundial. Aunque finalizado el conflicto, y con la apertura del canal de Panamá, marcó cierta debacle en las exportaciones.

Otro hecho que marcó a la región se dio en 1920 y 1921, con las huelgas rurales y fusilamientos de obreros, hecho histórico documentado y contado luego por Osvaldo Bayer en “Los Vengadores de la Patagonia Trágica” y llevado al cine luego en “La Patagonia Rebelde”. Un ejemplo paradigmático de la conflictividad social asociada al trabajo rural. Esto marcó también el fin de un intento de agremiación de los trabajadores del campo, volviendo incipientemente los sindicatos en los años '30 con los intentos de conformar la CGT local, relacionada a lugares estratégicos de la producción rural como los frigoríficos de la multinacional Swift.

Durante todo el siglo XX la ganadería intensiva tuvo un papel importante en el desarrollo de las comunidades, las relaciones sociales e incluso la política. No se puede desconocer el poder e influencia de instituciones como la Sociedad Rural, nucleando a grandes productores, y teniendo influencia (del lado patronal) en los conflictos obreros de la mano de figuras como el hacendado y político Edelmiro Correa Falcón, que llegó a ser gobernador de 1919 a 1921. Otro caso emblemático fue Jorge Cepernic, gobernador electo en 1973 por el justicialismo.

Radiografía productiva del Agro, provincia de Santa Cruz.
Foto: Nicolas Pousthomis

La declinación de la producción ovina

No se puede hablar de “un solo campo” en Santa Cruz. Es distinto el sur (el área mayormente productiva), la meseta central, la zona cordillerana o el norte. Sin embargo hay procesos generales que han afectado el rubro: la declinación del campo se profundizó a través del tiempo, con los vaivenes económicos y políticos.

Los años '90 fueron el tiro de gracia de la mano de la política económica de la Convertibilidad menemista y la erupción del Volcán Hudson (1991). Tal como lo indica el primer capítulo de “La era del oro y sus incertidumbres”, del investigador Larry Andrade, “el vertido de miles de toneladas de cenizas a partir de la erupción del Volcán Hudson agravó el ya serio problema de la desertificación en la meseta central santacruceña y la costa atlántica. Ambos fenómenos se conjugaron con la política económica del gobierno nacional del presidente Carlos Menem, que afectó severamente las posibilidades de inversión y los ya menguados márgenes de ganancia”.

Hacia 1988, según el informe “La erupción del volcán Hudson y sus consecuencias sobre el Ambiente" (de Guillermo Clifton), en los departamentos más afectados el número de cabezas de ganado era de 2,1 millones de cabezas. En 1992 fue de solo 1.082.420.

Distribuidos por departamentos, entre 1988 y 1992, la producción descendió drásticamente:

  • Deseado: de 971.794 a 583.076.
  • Lago Buenos Aires: de 371. 007 a 166.953.
  • Magallanes: de 388.209 a 112.580.
  • Río Chico: de 388.172 a 219.811.

Posteriormente vendría el último golpe para el campo y gran cantidad de productores: murieron casi 600 mil animales (según número del INTA) por las fuertes nevadas en 1994 y 1995 (esta última conocida como “la nevada del siglo").

Según cifras del 2022 del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), existen hoy 2,7 millones de cabezas. De estar forma, se registra un repunte respecto a décadas atrás, pero siempre muy lejos de los números de mediados de siglo XX (entre décadas del 30 y 60), con picos de hasta siete millones de cabezas.

Radiografía productiva del Agro, provincia de Santa Cruz.
Foto: Nicolas Pousthomis

Santa Cruz y la megaminería

La provincia experimenta desde hace décadas el auge la extracción mineral, explotación petrolera y minera en diversos puntos de la provincia. Puerto San Julián es un caso paradigmático, con la extracción de oro y plata a partir de 1996 en Cerro Vanguardia, hoy con la presencia de la Multinacional Anglo Gold Ashanti, en sociedad con Fomicruz, empresa del Estado santacruceño.

La avanzada minera es palpable con emprendimientos activos o en exploración avanzada: Mina San José (Minera Santa Cruz y Hochischild Mining Newmont), proyecto La Paloma-Lomada De Leiva (Patagonia Gold) y Cerro Negro (Goldcorp) en la zona de Perito Moreno y Los Antiguos. También figuran Cerro Moro en Puerto Deseado (Yamana Gold) y Minera Don Nicolás, en cercanía de Fitz Roy.

A ellas se suman el ya tradicional complejo minero de Yacimientos Carboníferos Fiscales, en Rio Turbio, que se dedica exclusivamente al carbón desde 1950.

Una pregunta ronda a la comunidad santacrueña es qué sucederá una vez que estos emprendimientos, de recursos no renovables, agoten su producción. Y asoma allí el caso de la mina Manantial Espejo, cercana a Gobernador Gregores (Minera Triton y Pan American Silver), con fuerte conflictividad en 2023 por despidos ante el cierre de mina.

Radiografía productiva del Agro, provincia de Santa Cruz.
Foto: Nicolas Pousthomis

De lo productivo a lo social

“La situación de los establecimientos ganaderos en Santa Cruz para el año 2021”, publicado en 2022, es un informe elaborado por el Senasa, la Federación de Instituciones Agropecuarias de Santa Cruz (FIAS), el Instituto de Promoción de la Ganadería de Santa Cruz (IPG), el Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores (Renatre) y la Universidad Nacional de la Patagonia Austral (UNPA).

Señala que, según el Censo Nacional Agropecuario de 2018, de las 19,7 millones de hectáreas relevadas en Santa Cruz, el 65,13 por ciento correspondió a uso agropecuario. “En comparación con el CNA 2002, la cantidad de Explotaciones Agropecuarias (EAP) ha disminuido en un 37 por ciento entre ambos censos”, indica.

Existen 592 EAP. Se divide a los campos según su nivel de ocupación. Los ocupados con producción animal son 17,2 millones de hectáreas (el 74 por ciento de la superficie total); los ocupados sin producción ganadera de 4,2 millones de hectáreas (el 18 por ciento de la superficie) y casi 650 mil hectáreas (tres por ciento de la superficie total) se encuentran desocupados.

La mayoría de los establecimientos de los últimos dos tipos sin producción se concentran en el área de Meseta Central “lo cual refleja lo expresado para esta zona respecto a problemas de erosión, baja productividad primaria y paulatino abandono de campos”.

Feed lot Cañadón seco Pioneros. Radiografía productiva del Agro, provincia de Santa Cruz.
Foto: Nicolas Pousthomis

La concentración de la tierra puede verse en la dimensión de los establecimientos.

En Santa Cruz existen:

  • 16 Explotaciones Agropecuarias (EA) de hasta 500 hectáreas (ha).
  • 6 de 1001 a 1500 (ha).
  • 9 de 2001 a 2500 (ha).
  • 22 de 2501 a 5000 (ha).
  • 33 de 5001 a 7500 (ha).
  • 45 de 7500 a 10.000 (ha).

Sobresalen 211 establecimientos de entre 10.001 a 20.000 hectáreas y 181 fincas con más de 20.000 hectáreas. Es decir que la mitad de los campos que producen se encuentran las categorías más altas de extensión de tierra que estableció el censo.

Siempre según el último censo, 429 establecimientos están en manos de personas humanas y el resto (154) son empresas (sociedades anónimas y sociedades de responsabilidad limitada, entre otras). Al contrario de lo que sucede en otras provincias, el modelo cooperativo no tiene representación. No hay ninguna cooperativa registrada como propietaria de la tierra agrícola en Santa Cruz.

En cuanto a las actividades, dentro de la ganadería sigue predominando lo ovino, aunque ha crecido lo bovino (que predomina en la zona andina y mallines) de la mano de que “en los últimos años se ha incrementado la superficie con pasturas implantadas, así como la utilización de técnicas de suplementación estratégica y engorde, generando un cambio en el esquema productivo”, según se indica el libro “La Argentina Agropecuaria vista desde las provincias”, de la Cátedra Libre de Estudios Agrarios Horacio Giberti de la UBA.

Radiografía productiva del Agro, provincia de Santa Cruz.
Foto: Depositphoto

La actividad bovina incluso se ha abierto paso a los procesos de “engorde” y experiencias de feedlot (engorde de corral), de 24 hectáreas, como el inaugurado en 2023 por el Sindicato de Petroleros en la zona de Cañadón Seco.

El biólogo Gabriel Oliva es investigador del INTA y se ha desempeñado como diputado provincial, presentando proyectos relacionados al campo y al ambiente. Señala que el campo santacruceño no es ajeno a la complicada situación económica que afecta al país, “con costos y precios de los productos en un modelo que castiga la exportación”.

“Creo que la ganadería ha llegado a una estabilización dentro de una macroeconomía muy desquiciada. Llegó a un equilibrio de producción, que a su vez es un techo, de un commodity como la lana, con un precio internacional moderadamente bueno”, indica y añade como dificultades al aumento de la temperatura y la sequía, que amenazan principalmente a los humedales. También señala el sobrepastoreo, que estima sigue siendo un problema que va degradando los recursos.

Lo ambiental también ha marcado fuertemente la actualidad, con una sequía que afectó diversas zonas y que llevó al gobierno provincial a decretar “emergencia agropecuaria” durante el 2023. Lo que implicó el otorgamiento de beneficios impositivos y financieros de acuerdo a la Ley 26.509 de situaciones extremas para el sector.

Sobre esto ha trabajado, por parte de la representación de productores, Miguel O'Byrne, con una amplia trayectoria en diferentes asociaciones tales como la Sociedad Rural de Río Gallegos, FIAS y en el Instituto de Promoción Ganadera provincial. Señala que las consecuencias del cambio climático y la degradación del suelo ha tenido un fuerte impacto, haciendo imposible la vuelta a un escenario de ganadería intensiva, en la dimensión en la que se la conoció históricamente.

O'Byrne señala que, según mediciones de organismos como el INTA, desde hace ocho años, la cantidad de raciones disponibles para alimentación de animales ha disminuido y señala que está claro que hay un deterioro en el suelo santacruceño. “Estamos fomentando un gran desierto. Cuando estemos hablando en 2050 de los objetivos internacionales de las mitigaciones del carbono, con este frágil territorio vamos a estar en condiciones de ser suelo emisor y no de capturar carbono, vamos a estar en el lado negativo del ciclo biológico, lo que va a generar una pérdida de mercados internacionales. Si somos emisores de carbono vamos a perder mercados de carne y lana”, indica con preocupación.

Radiografía productiva del Agro, provincia de Santa Cruz.
Foto: Nicolas Pousthomis

El despoblamiento

La caída de la actividad agropecuaria tiene relación con el éxodo del campo a la ciudad. “Hay dificultad para radicar mujeres, jóvenes y familias en general en los ambientes rurales. Hay problemas de conectividad, de calefacción, de educación a distancia y de asistencia sanitaria”, manifiesta Gabriel Oliva, investigador del INTA.

Según datos censales del Indec, en 1980 Santa Cruz tenía 114.941 habitantes y la población rural era de 15.165, es decir el 13 por ciento. En 2010 se registraron 273.964 habitantes y solo 10.721 vivían en el campo, el cuatro por ciento del total.

Alex Vallega, docente e investigador, uno de los creadores del Programa de Investigación Geográfico Político Patagónico (Pipgpp) de la Universidad Católica (UCA). Durante 2022 recorrió más de 60 establecimientos agropecuarios junto al equipo de la ex senadora nacional Belén Tapia y el realizador audiovisual Pablo Walker.

De allí surgió el libro “Santa Cruz tierra adentro” y la serie “Radiografía del campo santacruceño”. Esta última en el marco de la Productora Audiovisual de la UNPA dirigida por Walker (próximamente disponible online).

Vallega señala la importancia de que las familias puedan poblar el campo para el desarrollo, pero dicho escenario hoy está lejano. “El despoblamiento rural es mundial, pero en el caso argentino es particular porque gran parte de la economía es rural, esto en Santa Cruz se agrava un poco más”, indica y coincide con el diagnostico de la caída de la producción. Señala que la falta masiva de oferta educativa ha sido un factor muy fuerte para hijos de productores y peones.

“La producción está ligada a la gente que vive de ella. Le doy importancia a lo económico pero también a otras condiciones, como las rutas, que no fueron acordes y esto influye en la comunicación. Otro tema ha sido la educación, que ha sido un factor que ha llevado a desarraigo forzoso. Desde los comienzos no hubo muchas escuelas rurales como en otras provincias. La falta de escuelas rurales ha hecho que muy tempranamente muchos hayan tenido que enviar a los chicos a colegios pupilos”, dice.

“Las familias rurales son pocas”, remarca Vallega y señala que puede haber producción pero se pierde la cultura y la “vida rural”. Recuerda que hasta los obreros de las huelgas (del inicios del siglo XX) marcaban entre sus peticiones la permanencia de la familia en el campo.

Yacimientos_Carboníferos_Río_Turbio- Radiografía productiva del Agro, provincia de Santa Cruz.
Foto: YCRT

Entre la producción y las energías

Santa Cruz declaró en 2023 la “emergencia agropecuaria”. La medida fue tomada por las autoridades ante la inusual sequía que afectó a gran parte de la región. Otra de las noticias, en este caso positiva, fue la declaración de zona libre de sarna ovina.

¿Pero cuál será el futuro del campo y qué puede esperarse en cuanto a alternativas? Hay diversas lecturas de lo que espera un campo que evidentemente tiene problemas en cuanto a su producción y el estado del suelo.

Por fuera de la ganadería, con menor peso económico pero diversificando la matriz,hay productos agrícolas en localidades pequeñas como Los Antiguos, Perito Moreno y Lago Posadas con cultivos hortícolas, forrajeros y de frutas (en gran parte para exportación) donde —según indica el Consejo Agrario Provincial— hay sistematizados canales de riego (algo que no sucede en la mayoría de la provincia).

Se destaca la cereza, que en 2023 logró la denominación por parte de La Secretaría de Agricultura de Nación que le otorgó el sello “Cereza del Valle de Los Antiguos-Patagonia”.

En cuanto a lo extractivo, la megaminería y petróleo aparecen como las principales actividades económicas, aunque también asoman las energías alternativas, tales como la experimentación con los eólico o la novedad del “hidrógeno verde”, combustible que se obtiene mediante electrolisis en agua (se habla de la marítima), con energía solar y eólica. De esto último, uno de ellos se planea en Puerto Deseado, con la planta del proyecto Orkeke, de Nordex-Acciona.

Yacimientos_Carboníferos_Río_Turbio- Radiografía productiva del Agro, provincia de Santa Cruz.
Foto: YCRT

Las represas sobre el río Santa Cruz (“Jorge Cepernic" y "Néstor Kirchner” —también llamadas “Condor Cliff” y “La Barrancosa”, ubicadas en la zona de Lago Argentino), son llevadas adelante por la empresa Represas Patagonia, financiadas por capitales chinos. Con ellas se busca incrementar casi en un 15 por ciento la energía hidroeléctrica en el país, bajar el consumo de combustibles fósiles y la generación de empleo. Sin embargo no han estado exentas de polémicas en cuanto a su construcción y al impacto ambiental.

cDurante el ultimo tiempo han mantenido una mesa de dialogo con la empresa y el Estado, pero manifiesta que no se ha avanzado de manera positiva. En abril de 2023 brindaron una conferencia de prensa Celia Rañil (Comunidad Lof Will Mapu), Mónica Piutrillan (Los Piutrullan) y Mirta Pocón (Camusu Aike).

“La situación siempre nos lleva a repasar todo este proceso, como juegan todo el tiempo a tratar de debilitarnos y en realidad nos hacen todo lo contrario”, señaló Rañil, indicando la importancia del artículo 17 de la Constitución Nacional (que reconoce la propiedad comunitaria) y el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que también protege sus derechos.

Las comunidades indígenas remarcan, además de sus derechos, que en su cosmovisión y cultura “el río tiene vida”, y es un fuente de espiritualidad en el territorio.

Yacimientos_Carboníferos_Río_Turbio Radiografía productiva del Agro, provincia de Santa Cruz.
Foto: YCRT

Las obras han tenido objeciones también desde lo técnico. Respecto a la falta de estudios de impacto, Guillermo Tamburini —doctor en Ingeniería, geógrafo, glaciólogo y cartógrafo— ha estudiado el área donde se emplazan las represas y señala que no se han analizado en profundidad los efectos que el derretimiento acelerado de glaciares en la zona. “No está clara cuál va a ser la dinámica hídrica en este proceso de calentamiento global y deshielo acelerado. Tampoco qué eventos catastróficos pueden llegar a ocurrir”, indicó recientemente en declaraciones públicas. Y lo detalla en su investigación “Deconstruyendo a las megarepresas en el río Santa Cruz de la Patagonia argentina: cara y cruz del discurso oficial”, publicado en 2023 en el libro “Territorios de acumulación del siglo XXI. Los Andes meridionales. Patagonia en el espacio global”.

También desde el punto de vista legal ha existido un intenso trabajo de organizaciones ambientales, que han recurrido al Poder Judicial.

Radiografía productiva del Agro, provincia de Santa Cruz.
Foto: Nicolas Pousthomis

Noel Miranda, integrante de Fundación por El Mar, manifiesta que las represas representan un daño irreversible. Señala la importancia de proteger el recurso del agua y los glaciares, difundir la información pública y que la ciudadanía tome conciencia sobre la matriz energética.

“El compromiso ciudadano debe ser permanente. Podemos diseñar las comunidades que queremos y eso requiere un compromiso y un despertar que nos pueda reencontrar con la naturaleza desde un lugar más sabio y equilibrado”, indica. Y remarca que, ante la crisis hídrica, "proteger las fuentes de agua debería ser nuestra prioridad y no generar energía que se va a llevar las grandes urbes y no va a aquedar para las comunidades locales”.

as represas sobre el río Santa Cruz (“Jorge Cepernic y Néstor Kirchner”, ubicadas en la zona de Lago Argentino- Radiografía productiva del Agro, provincia de Santa Cruz.
Foto: Walter Díaz / Télam

*Edición: Darío Aranda.

**Este artículo cuenta con el apoyo de la Fundación Heinrich Böll Cono Sur.

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