Por Sergio Sánchez
El cantor, guitarrista y poeta José Luis Aguirre se manda con una tonada luminosa en medio de la inmensidad del Valle de Traslasierra, reverdecido después de la lluvia. La cantautora Dafne Usorach se pregunta con su canto de quién es la tierra y el mar, mientras graba las cuerdas y teclas con una loopera, acompañada por el quenista Pablo Sarmiento. Guía, el proyecto encabezado por la cantante y compositora Guillermina Acosta, se entrega a un canto tribal con máscaras de animales y seres mitológicos. Y el cantautor Julián Tor, con pies descalzos en la tierra, ofrenda al monte una canción intimista, dulce y melancólica, al caer la tarde. Esas son algunas de las escenas que se pueden disfrutar en el disco audiovisual colectivo Canto al monte nativo (2021).
Editado por el sello independiente Sura, en el marco de la colección Son del Valle, y gestado en la región cordobesa de Traslasierra por el músico y productor Nicolás Falcoff; el proyecto tiene como fin principal promover el cuidado y el respeto por el monte y bosque nativo. “Pensando en cómo generar producciones locales comprometidas con ciertas problemáticas sociales, se me ocurrió la idea de hacer un proyecto artístico en el que nos congregáramos distintos artistas que habitamos el valle, algunos nacidos y otros venidos, con el objetivo de cantarle al monte nativo”, explica Falcoff, quien vive en Traslasierra hace cinco años.
“La idea es generar conciencia desde la música y tender puentes para difundir las problemáticas del entorno, como los incendios o las secuelas del extractivismo, que en el valle se ven reflejadas en la especulación inmobiliaria, que implica un desmonte muy grande”, refuerza el también músico de La Insurgencia del Caracol. “El monte nativo está siendo depredado y se encuentra prácticamente en extinción”, redondea. En la actualidad, en la provincia queda menos del tres por ciento del monte nativo.
El EP, que cuenta con un registro audiovisual alojado en YouTube, está integrado por seis canciones protagonizadas por artistas que habitan o tienen un vínculo directo con el valle cordobés: el cantautor José Luis Aguirre (“Tonada y lluvia”), el grupo La Insurgencia del Caracol (“Para aquel que nazca en esta tierra”), el cancionista Julián Tor (“Entre tantas avenidas”), la cantautora Dafne Usorach (“Dueños de la nada”), el proyecto musical Guía (“Lenguaje del monte”) y el trío Aromo junto a Ramón Cortéz (la canción “Coposo molle lindito” y el poema “Cantata a los molles”). Todos grabaron canciones inéditas o versiones arregladas especialmente para la ocasión.
Y un dato suma belleza, originalidad y honestidad al proyecto. Fue grabado por Sebastián Ruiz con tomas en vivo y filmado por Esteban Goicoechea en los alrededores del Estudio Sonorámica, ubicado en plena sierra cordobesa, en San Lorenzo. “Estaba bueno aprovechar que el estudio está clavado en plena sierra para grabar con alta calidad cantándole al monte desde el monte”, celebra Falcoff. “La idea siempre fue que no solo esté el registro sonoro, sino también el visual donde sea vea el monte nativo. Que la gente pueda ver la hermosura de este valle, además de escuchar la música”. El canto de los pájaros, el vaivén de los árboles y el murmullo del viento se filtran armoniosamente en los videos.
Biodiversidad de voces y poéticas, como en el monte nativo
En el disco conviven diversas estéticas, poéticas y estilos sonoros con una impronta acústica. Desde la canción intimista del autor de Villa Dolores Julián Tor hasta la canciones folklóricas del chuncano José Luis Aguirre y el trío Aromo (Diego Cortéz, Julián Beaulieau y Pedro Saad), pasando por la coctelera rítmica y bailable de La Insurgencia del Caracol, que acá entrega un versión en clave de candombe de “Para aquel que nazca en esta tierra”; o el canto mántrico de Guía en “Lenguaje del monte”.
“Uno de los desafíos en la producción era que quedara una narrativa coherente, consistente y variada; que no aburra y no decaiga. Cada artista tiene su estética y su lírica”, apunta Falcoff.
Usorach es una cantautora oriunda de Guatimozín, Córdoba. “Dueños de la nada”, la canción que comparte en este disco colectivo, la escribió durante una gira que hizo con su compañera en un motorhome por casi toda la Argentina, que duró tres años y medio. “En una de las ciudades, Bariloche, paramos en la casa de una colega que es mapuche. Y en la estadía conocimos a su hijito. Un día venía de la casa de los abuelos, que la habían hecho escuchar por primera vez la chacarera y había venido súper copado con el ritmo”, recuerda Dafne.
“Lo que me llamó la atención de él es que siendo tan chiquito absorbía sin ningún tipo de prejuicio toda la música que lo rodeaba. Entonces, sentí una especie de admiración por él y esa fue la inspiración para hacer la canción”, cuenta la compositora. “También la hice pensando en los territorios y en los mapuches. Si bien se adapta a la idea del cuidado del monte, que propone el disco, está un poco orientada a los territorios y a los pueblos originarios. La tierra y el mar son cosas que no tienen dueño, eso canto en esta canción”, explica Usorach, quien publicó originalmente la canción en el disco-libro Comuni-Canciones (2019).
En tanto, el cantautor y poeta José Luis Aguirre compuso “Tonada y lluvia” especialmente para este disco. “Es un decir general, pero para mí es Traslasierra, porque este tiempo he estado mucho acá y siempre mi visión está ahí”, cuenta Aguirre sobre el tono de la canción. “Había llovido justo esos días antes y estaba todo verde. Todo se sincronizó mágicamente”, recuerda con una sonrisa.
“Me gusta porque creo en lo colectivo y me parece que en estos momentos es necesario hacer las cosas de manera colectiva y sumar por lo menos el pequeño fueguito que uno tiene desde el lado que sea: ir a una marcha, escribir una noticia o hacer una canción”, destaca el trovador, sobre la idea general del disco.
“Desde cualquier lugar es importante poner tu pequeño granito de arena hasta sumar un montón de granos de arena, como dice don Atahualpa Yupanqui. Entonces, desde ese punto de vista me pareció alucinante sumarme al proyecto y poder hacer fuerza entre más gente”, completa Aguirre, uno de los artistas folklóricos más destacados de los últimos años.
—¿Y creen que la música, que este disco, puede ser un canal para amplificar o potenciar un mensaje?
—Dafne Usorach: Sí, yo creo que la música es un puente totalmente directo para la reflexión y quizás más que nada para la gente que no vive en esta zona. Porque si vivís en la zona, ves un incendio y ya te cae la ficha y no dudás en hacer algo, pero tal vez a la gente que lo ve por la tele le parece una realidad muy lejana. Este disco pueda llegarles de otro modo. La idea es que más gente se pueda sumar a esta lucha para preservar al monte.
—José Luis Aguirre: Más que la música, el arte como herramienta de vida. Porque es lo más poderoso, mucho más poderoso que la política. Lo que trasciende la historia ha sido la música, el arte, la pintura, la creación humana. Y mientras sigamos manteniendo el arte como nuestra bandera, como expresión de seres que viven, el mensaje va a seguir latiendo. Vivimos en un planeta y somos hijos: no podemos existir sin él, entonces tenemos que cuidar a nuestra Madre Tierra. Porque cuando le hacemos daño nos estamos haciendo daño a nosotros mismos. Y en esta canción intento transmitir la belleza de la lucha, la lucha desde la sonrisa; no solo la lucha desde lo que implica el dolor, sino también desde lo bello. Por eso quise sumar una canción que hablara desde ese lugar: ¡Mirá dónde vivimos, mirá cómo es! Para que lo cuidemos. Así que más vale que creo que se potencia el mensaje desde la música.
La música del monte a las aulas
En una segunda etapa del proyecto, cuando se puedan retomar las presentaciones en vivo y se reanuden las clases, los creadores del disco tienen la intención de presentarlo en escuelas rurales de Traslasierra y sus alrededores. Además de hacer sonar los acordes, la idea es generar conversatorios con representantes de distintas asambleas ambientales sobre la importancia del cuidado del ambiente. “La idea es que la música sea protagonista siempre porque elegimos el arte como modo de expresión. Y porque también consideramos que el arte es una manera muy interesante para poder transmitir, contar, comentar, compartir y sensibilizar”, sostiene Falcoff.
“El monte nativo es fuente de alimento, medicina y de vida. Por eso la importancia de preservarlo, porque es parte del equilibrio del ecosistema. Y cuando hay un avance del ser humano sobre el monte, sin ordenamiento territorial y sin conciencia, se hacen desastres a varios niveles”, apunta sobre algunos de los ejes que abordarán en las aulas con los pibes y pibas. “Si uno se queda esperando que los gobiernos den respuestas, se nos quema el monte y desaparece todo. Entonces, también hay que rescatar que acá la única manera de poder contrarrestar el avance del desmonte y del extractivismo sobre el ecosistema es organizándonos también los vecinos en asambleas”. Lo que se recaude por la monetización de los streaming en plataformas digitales será destinado una parte para los artistas y otra parte irá a un fondo de lucha para las asambleas de la zona. “Está bueno que la gente sepa que escuchando la música y mirando los videos está apoyando las causas en la defensa del monte nativo”, resalta el gestor cultural y promete que habrá más volúmenes de Canto al monte nativo, “para seguir sumando artistas y canciones”.