Desperdicio de alimentos: el 17 por ciento de la comida disponible va a la basura
marzo 11, 2021
Un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente reveló que 931 millones toneladas de alimentos, disponibles para los consumidores, se desperdiciaron en hogares y comercios.
ONU. El 17 por ciento de los alimentos termina en la basura

La población mundial desperdició, en 2019, 23 millones de camiones de 40 toneladas completamente cargados de alimentos. La comparación surge del último Índice Global de Desperdicio de Alimentos, publicado este mes por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) y la organización benéfica británica WRAP, que relevaron la situación en 54 países de diverso nivel económico. Fueron 931 millones de toneladas de alimentos que terminaron en la basura, un 17 por ciento de todos los alimentos disponibles para los consumidores.

El informe precisa que, a nivel mundial, se desperdician 121 kilos de alimentos por consumidor en un planeta con 690 millones de personas afectadas por el hambre y 3000 millones que no pudieron pagar una dieta saludable, en 2019. Se espera que esa cifra aumente a raíz de la pandemia mundial. “Los consumidores necesitan apoyo para reducir el desperdicio de alimentos en el hogar”, sostiene el Pnuma. 

El índice señala que un 61 por ciento de los desperdicios se generaron en los hogares, mientras que los sectores del comercio minorista y los servicios de alimentación obtuvieron mejores resultados: 13 por ciento y 26 por ciento, respectivamente. De todas maneras, el índice no mide la pérdida de alimentos que se produce durante la producción, el almacenamiento o la transformación del producto, que nunca llega al consumidor.

Los investigadores del Pnuma resaltaron que en el estudio no se observan diferencias en el desperdicio de alimentos entre países ricos y en desarrollo. Según el informe, en los hogares de Nigeria es donde más comida se tira con 189 kilos per cápita al año, mientras que en Estados Unidos la cifra es de 59 kilos por persona, en México 94 kilos, en España 77 y en Colombia 70. 

Sin embargo, el índice no analiza características socio-económicas de los países de ingresos medios-bajos, como la posibilidad que allí se cocina más en los hogares y eso eleve el nivel de alimentos, que para la medición también incluye partes no comestibles como huesos y cáscaras. 

Hambre e impacto climático por el desperdicio de alimentos

El informe del Pnuma y Wrap analiza dos de los ejes que la ONU planteó como los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, “para erradicar la pobreza, acabar con las desigualdades y combatir el cambio climático”. En este informe se entrelazan los objetivos de “hambre cero” y “producción consumo responsable”. Para cumplir con el objetivo específico se deberían reducir a la mitad el desperdicio de alimentos per cápita en el mundo para 2030.

Disminuir el desperdicio de alimentos reduciría las emisiones de gases de efecto invernadero y la velocidad de la destrucción de la naturaleza que resulta de la conversión de la tierra y la contaminación”, señaló Inger Andersen, directora ejecutiva del Pnuma tras la presentación del índice y agregó que “al mismo tiempo, mejoraría la disponibilidad de alimentos y, por lo tanto, reduciría el hambre y ahorraría dinero en un momento de recesión mundial”.  

Según el Pnuma, en un momento en que la medidas para frenar el calentamiento global aún está rezagada, entre el 8 por ciento y el 10 por ciento de las emisiones totales de gases de efecto invernadero están asociadas con alimentos que no se consumen, si se toman en cuenta las pérdidas que suceden antes del nivel del consumidor.

“Si queremos tomarnos en serio la lucha contra el cambio climático, la pérdida de la biodiversidad, la contaminación y los residuos, entonces las empresas, los gobiernos y los ciudadanos de todo el mundo deben hacer su parte para reducir el desperdicio de alimentos”, sentenció Andersen y confió en las acciones que surjan de la Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios convocada para septiembre. 

De cara a los objetivos 2030, el Pnuma enviará un cuestionario a los organismos de estadísticas de los países miembro y a los ministerios de Medio Ambiente para contar con una recolección de datos bianual, que se publicarán regularmente hasta el año que se puso como meta de los objetivos. Los próximos resultados se comunicarán en febrero de 2023.

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