La localidad de El Chorro está ubicada en el extremo noroeste de Formosa, en el límite con Salta. Es muy común que tanto criollos como indígenas pasen de un lado al otro para visitar a sus familias en la provincia vecina. Por el Covid-19, el gobierno provincial impuso la cuarentena estricta obligatoria, 14 días en un centro gubernamental (no en las casas). Fue el disparador de la detención de dos hombres wichí (que la Policía acusaba de no cumplir el aislamiento), el posterior reclamo de la comunidad originaria y la feroz represión, celebrada por sectores de la población criolla del lugar.
Todo ocurrió el miércoles 28 de octubre. Cuando desde la comunidad wichí Pozo del Oso se movilizaron para exigir la liberación de dos de sus integrantes. Luego de discusiones con los efectivos, los wichís ocuparon la comisaría.
Efectivos de localidades vecinas llegaron hasta el lugar y, cuando eran más de 40 efectivos, reprimieron con balas de goma y golpes a hombres y mujeres de la comunidad indígena. Hubo nueve detenidos.
Media docena de videos circularon rápidamente. En ellos se ve la reacción de los criollos locales, donde sobresalen gritos de celebración ante la represión e insultos contra los wichí.
Juan Rosasco es cura de Ingeniero Juárez, ciudad cercana, y tiene relación directa con los wichí y criollos. “No se puede tolerar los gritos de festejo ante la violencia, habla del profundo racismo que hay en la zona. Podemos tener diferencias, pero el racismo es algo que va en contra de todo lo humano”, señaló Rosasco.
Pablo Chianetta, de la Asociación para la Promoción de la Cultura y el Desarrollo (APCD), trabaja junto a comunidades originarias en Formosa. Explicó que en los caminos vecinales entre El Chorro y Salta hay tráfico ilegal, pasan muchos vehículos, pero “la policía se la agarra con los wichí, que solo van a visitar a sus familias”. Más allá de la aplicación selectiva de la cuarentena por parte de los efectivos, Chianetta resaltó la discriminación histórica contra los pueblos originarios de Formosa (Qom, Wichí, Nivacklé y Pilagá). Respecto a los festejos criolls ante la represión, resumió: “Es tristísimo, son pobres celebrando el pesar de otros más pobres”.
Gildo Insfrán, que gobierna la provincia desde hace 25 años, no se refirió al tema.