“Sembrando la salud de los ecosistemas abrazando el buen vivir” es el lema del encuentro de dos días que inaugurará este jueves el Movimiento Nacional de Salud Laicrimpo en sus 30 años como organización, centrada en una perspectiva biocéntrica para deconstruir el sistema de salud hegemónico. “Nuestro eje es que la salud tiene que estar en manos de la comunidad. Hemos desaprendido para pensar en hacer la salud desde la salud, donde la medicina es solo una parte, porque hay cientos de prácticas saludables que son invalidadas por el sistema hegemónico”, destaca Gerardo Segovia fundador junto a Marcela Bobatto del movimiento surgido en Misiones en la década del 90, que hoy teje redes en toda latinoamerica.
En días de pandemia de Covid-19-- “esta y otras pandemias que están por venir son provocadas por el modelo agroindustrial en el que estamos amenazados dentro una crisis civilizatoria, que destruye todo lo que queda de la naturaleza”, analiza Segovia-- el encuentro de Laicrimpo será completamente virtual y comenzará este viernes a las 18 con un panel central, con inscripción libre a través del la web de Laicrimpo.
El panel llevará el mismo nombre que convoca al encuentro virtual --por primera vez, luego de girar por las 20 provincias que integran Laicrimpo en la Argentina-- y estarán conectados Alicia Alem del Movimiento Agroecológico de América Latina y el Caribe en Argentina (MAELA), María Hamlin Zuniga del Movimiento para la Salud de los Pueblos (MSP), Javier Souza Casadinho de la Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas de América Latina (Rapal), entre otros referentes de todo el continente.
Como ocurre en cada acción y encuentro del movimiento Laicrimpo, el corazón del encuentro ocurrirá el sábado con una treintena de talleres simultáneos en los que se compartirán “seres, saberes y haceres”. “Laicrimpo es un movimiento de salud horizontal en el que todos somos maestros y aprendices, donde se rompe con el monopolio del saber hegemónico. En los encuentros, la doña que aprendió sobre ‘plantas para la salud’ --son exmedicinales, porque no son de los médicos sino de los pueblos-- da un taller y el que aprende es el ‘master’ infectólogo”, señala Segovia.
“Luego los médicos darán otro taller para compartir lo recibido en la facultad”, completa el cofundador de Laicrimpo, que es trabajador social y psicólogo social, sobre el espíritu del movimiento en busca de “resignificar y descolonizar”. Y destaca que a lo largo de los años se “cosecharon más de 200 prácticas saludables” a través de la red autogestiva que integran organizaciones de pueblos originarios, comunidades urbanas, del campo, trabajadores de la salud, de la educación, del agro y jóvenes con el objetivo de capacitarse en un abordaje de salud integral desde la “Salud de los Ecosistemas”.
Laicrimpianos, nacidos para cuestionar lo hegemónico
El Movimiento Nacional Laicrimpo surgió en 1990 en la región del Noreste Argentino (NEA) cuando un grupo de mujeres perteneciente al movimiento Comunidades Religiosas Insertas en Medios Populares (Crimpo) decidieron convocar a un encuentro para tratar específicamente la realidad de salud de la población más pobre, con la que trabajaban en salud y alimentación en centros de salud, hospitales, escuelas, barrios y población rural e indígena.
“El movimiento nace como crítica radical al modelo neoliberal y al modelo médico hegemónico, que no cura, que no permite la participación de las personas, que es el brazo sanitario de este modelo económico”, reafirma Gerardo y asegura que “hay muchos jóvenes buscando otras formas de vida”, interesados en recuperar las sabidurías ancestrales. “Un laicrimpero debe estar las 24 horas pensando cómo descolonizarse y desaprender la farmacopea del modelo industrial: alimentarse, curarse de otras formas o depender de la farmacia”, señala.
Segovia junto a su compañera Marcela Bobatto describen el transcurrir del movimiento en cinco momentos y sostienen: “Desde el año 2011, se transita el quinto momento, en el origen, lo nuevo, ‘El Buen Vivir’”. En este ciclo estamos profundizando la propuesta del Buen Vivir, o al decir de los pueblos Mbya Guarani, el Teko porá en el Yby marae’i, el Buen Vivir en la Tierra sin males. Ellos nos interpelan y nos invitan a vivir una cosmovisión, una filosofía de vida y un proyecto político alternativo al capitalismo”.
“Es que llegamos a un momento del planeta y llegamos con una madurez del Laicrimpo. Si nosotros en la conciencia llegamos a entender que somos agua, tierra, aire, árbol entonces nos cuidamos a nosotros mismos. Ese es el desafío y ese es el paso. Salir del yo e ir al nosotros. Nosotros tierra, nosotros planta, nosotros agua”, completa el médico generalista rosarino y laicrimpo Marcelo Sauro.