De monumentos y colonialismos: la escultura «El Indio» y la réplica del «David» en Chaco
noviembre 18, 2024
Sección: Territorios
"El Indio" es un monumento realizado en 1939 en Chaco y, luego de exhibido, enterrado para que nunca más se lo vea. En el mismo lugar, ocho décadas después, se erigió una réplica de la escultura italiana "El David". Un audiovisual reflexiona sobre el "derecho al símbolo" y cómo se construye sentido, identidad y cultura. Reflejo de un país que solo se cree "venido de los barcos".
El Indio. Un relato audiovisual de Cecilia Fiel
A Jorge Castillo, luchador incansable de causas justas

Por Cecilia Fiel

El escultor chaqueño Crisanto Domínguez realizó, en 1939, un monumento al indio para ser emplazado en la ciudad de Resistencia. Al parecer, sus genitales poseían la característica de ser «grandes», lo que produjo —por parte de las autoridades de entonces— su castración y derribo. Entre otros detalles, por demás llamativo en esta historia, resuena el hecho de que El Indio fue enterrado en el Parque 2 de Febrero, donde se celebra la Bienal Internacional de Esculturas y donde, además, el pasado 8 de marzo se emplazó una réplica del “David” de Miguel Ángel en un esfuerzo conjunto entre Fundación Urunday, el Museo de la Cárcova (UNA), Mecenazgo del Chaco y el Instituto de Cultura provincial.

La gran paradoja que proyecta esta situación es que el monumento de Crisanto Domínguez es la obra más conocida de la “Ciudad de las Esculturas”, pero está desaparecida.

El Indio. Un relato audiovisual de Cecilia Fiel

Preguntas para pensarnos

El hecho de emplazar una réplica del “David” donde está enterrado un monumento al indio, al menos, debe generar ruido. ¿Qué esconde simbólicamente este acto? Pero quizás debemos preguntarnos primero algo más elemental: ¿Qué nos representan ambas obras? ¿Qué lugar ocupa y cómo funciona el “David” dentro del imaginario de quienes lo difundieron y han hablado sobre él?

El monumento “El Indio” intentó ser la reivindicación de una cultura asesinada por el Estado Nación. Del “David” recientemente se ha dicho que es la expresión de los valores humanistas, de una belleza casi sagrada y el símbolo de un gigante contra Goliat, aunque sabemos que cada obra se reinterpreta según su contexto.

¿Pero cuándo empezó todo esto? El 30 de mayo de 2023 se hizo público que una réplica del “David” se emplazaría en el mismo predio donde está enterrado el monumento “El Indio”.

¿Cuál sería el motivo de tamaña aventura? Según se difundió desde el primer momento a través de la Agencia Télam, el fundador de la Bienal, Fabriciano Gómez, tenía por sueño llevar una copia del “David” a Chaco y que “no hubiera necesidad de viajar hasta Italia” para visitarlo. No obstante, una nota aparecida en Diario Norte, el 9 de febrero de 2021, desmiente esa versión. Allí, Gómez cuenta que gracias al apoyo recibido de Diario Norte para con la Bienal quiere homenajear a su director.

¿Pero tiene alguna importancia esto? No, si no fuera por el relato que se ha construido en torno a dicho emplazamiento: que Fabriciano Gómez tuvo un sueño, el de llevar una réplica del “David” al Chaco, que esta obra es para el pueblo, que no hay un lugar mejor “desde lo simbólico y espacial” que el Parque 2 de Febrero por su tradición italiana, que es un “proyecto colectivo” y que todos los chaqueños podrán disfrutar del “David” puesto que la gestión ha sido en pos de un “buen vivir de los pueblos”.

El Indio. Un relato audiovisual de Cecilia Fiel

De monumentos y repudios

En paralelo al traslado de la copia del “David”, festejado en muchos medios de comunicación, el 1 de septiembre de 2023 (en la ciudad de Buenos Aires) se produjo un caso de vandalismo sobre el monumento a María Remedios del Valle. En ocasión del nefasto hecho, el ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer, publicó en la página del organismo un comunicado de repudio. También por esos días, el 25 de agosto de 2023, tuvo lugar la discriminación y burla de la periodista Maggie Vigial hacia una pareja del Malón de la Paz que viajaba en subte (programa «Bien de mañana», conducido por Fabián Doman, Canal 13). Si bien ambos actos fueron repudiados por amplios sectores de la opinión pública, ¿por qué no pasó lo mismo con “El Indio”?

Ante la preocupación por el emplazamiento del “David” hubieron voces disidentes. El recordado Jorge Castillo y el artista Leo Ramos señalaron las contradicciones. ¿Sólo ellos sintieron ese ruido? ¿O hubieron otros que sí se dieron cuenta y eligieron, voluntariamente, seguir con semejante emprendimiento? ¿Los pueblos originarios tienen el mismo acceso a lo simbólico dentro de una estructura promovida entre el sector estatal y el privado?

Muchas acciones se hubiesen podido realizar para visibilizar el monumento de El Indio. Desde invitar a la comunidad a participar de un señalamiento hasta compartir charlas, publicar en los medios, trabajar con las escuelas universidades. Pero nada fue en ese sentido.

El mismo biógrafo de Domínguez, Jorge Castillo, me había contado que lo habían visitado de la Fundación Urunday con la intención de buscar la escultura de El Indio. ¿Pero eso haría un borrón y cuenta nueva? ¿O el ruido de emplazar una copia del “David” donde está enterrado “El Indio” viene de un atropello?

El Indio. Un relato audiovisual de Cecilia Fiel

El Indio chaqueño y la cultura

El 30 de agosto del 2023, con motivo del Día de la Cultura Chaqueña, en la cuenta oficial de Instagram del instituto de Cultura de Chaco un posteo anunciaba al “David” y, en un comentario, como respuesta a quienes señalaban lo absurdo de esa noticia, escribieron que organizaban un homenaje a Crisanto Domínguez para la próxima Bienal de Esculturas en 2024. Pasó la Bienal y no hubo homenaje a Domínguez.

Ruido. Más ruido.

Iniciada la Bienal, circuló un video de la policía chaqueña, cuyo eslogan decía “el valor de servir”. Las imágenes mostraban a un oficial ubicado sobre una grúa junto al “David”, y anunciaban que más de 300 policías iban a trabajar para que los interesados pudieran asistir con tranquilidad a la bienal. ¿Servir a quién?

Siempre fui muy considerada con la Bienal. No solo por lo maravilloso que es acompañar la realización de una obra, sino porque en las dos ediciones a las que asistí (2016 y 2018), me sorprendí con la abrumadora asistencia de público y por la cantidad de trabajo informal que movilizaba. El verbo en pasado no es casual: en una nota publicada el 18 de julio en Diario Norte se tituló “Sin trapitos ni vendedores ambulantes a la redonda del Domo del Centenario”. Se informaba sobre el “riguroso operativo” realizado entre el Municipio de Resistencia y el Ministerio de Seguridad de Chaco para evitar la venta ambulante de chaqueños, personas en situación de vulnerabilidad que podían ganarse unos pesos. No, no es Capusoto. La Bienal parece que no está hecha para vendedores ambulantes. ¿Esta es la cultura humanista que les enorgullece difundir? ¿Humanismo para quién?

Mirada colonial

En 1968, Arturo Jauretche visitó Chaco para dictar una conferencia en la Universidad Nacional del Nordeste. La tituló: “La colonización pedagógica”. En aquella visita se sorprendió por la réplica de la Loba Romana emplazada en la plaza central de la ciudad de Resistencia.

Nos urge, una y otra vez, reflexionar sobre nuestros símbolos. Sólo así podremos dejar de reproducir una la matriz colonial de poder que también opera desde lo simbólico, imponiéndonos más de lo mismo.

Lo que esta situación entre “El Indio” enterrado y el “David” pone en evidencia es que hay sueños que importan y otros que no. Y vuelvo a la pregunta: ¿Por qué este hecho no generó el mismo repudio que los hechos arriba mencionados? Hay acciones y hechos que se naturalizan como el debe ser que tenemos que compartir todos.

El “David” y “El Indio” nos muestran que hay símbolos que importan y otros que no. Por eso quiero pedir nuestro derecho al símbolo, poder elegirlos, visitarlos, relacionarnos con ellos, que convivan en una situación de respeto recíproco y poder proyectarnos con ellos al futuro. Y también tener el derecho de disfrutar nuestros símbolos —sucede, al mismo tiempo, un acto de reivindicación para con “El Indio” y toda la historia que él significa—, como lo hacen otros con el “David”.

Cuando me preguntan qué hacer con “El Indio” dan por supuesto que mi posición sería pedir que se lo busque. Por el contrario, mi posición no es esa. A más de 80 años del entierro, lo que nos demuestra este hecho es la potencia de lo que perdura oculto, enterrado, invisible a nuestros sentidos. Y esa es nuestra recompensa: en ese parque, “El Indio” tiene y tendrá más vida que el “David”. Y el motivo no es otro que el ya conocido… no hay nada más real que un fantasma.

*Esta historia está detallada en el documental «El Indio…« que se puede ver online en la plataforma CineAr y que será proyectada el 19 y 20 de noviembre (a las 20 horas) en el Cine Italia de la ciudad de Formosa.

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