En medio del conteo de votos de la elección presidencial, Estados Unidos abandonó formalmente el Acuerdo de París, trámite que se había iniciado en noviembre de 2019 por orden del primer mandatario estadounidense Donald Trump. Las proyecciones del conteo de votos indican que el demócrata Joe Biden podría ganar la elección y, según su promesa de campaña, volvería a incorporarse al pacto climático, que busca reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para limitar el alza de la temperatura global a 2°C, con el objetivo puesto en un 1,5ºC respecto a la era preindustrial.
"La ciencia de hoy en día es clara. Debemos intensificar urgentemente la acción y trabajar juntos para reducir los efectos del calentamiento mundial y asegurar así un futuro más verde y resiliente para todo el mundo", sostuvieron en un comunicado conjunto China, Francia, Italia, el Reino Unido y la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático tras la salida de Estados Unidos.
El pacto fue firmado por 195 países en diciembre de 2015, con Barack Obama como presidente estadounidense, y entró en vigencia en noviembre de 2016, cuando la Unión Europea, India, China y Estado Unidos ratificaron su ingreso. Días después, Trump ganaría las elecciones con su discurso negacionista sobre el cambio climático. "Fui elegido para representar a los ciudadanos de Pittsburgh --ciuda emblema de la industria siderúrgica-- y no a los de París", fue una de las frases del republicano contra el acuerdo.
Trump inició en noviembre del año pasado el trámite ante la ONU para retirarse del acuerdo, respetando las cláusulas firmadas en París, pero ya había expresado sus intenciones en junio de 2017, cuando habló de "la injusta carga económica impuesta a los trabajadores, empresas y contribuyentes estadounidenses en virtud de las contribuciones hechas por Estados Unidos en el marco del acuerdo".
En caso de que Biden termine imponiéndose en las elecciones presidenciales, el demócrata ya prometió que regresaría al acuerdo e iniciará un plan de 1,7 billones de dólares para que el país norteamericano llegue a un neto de cero emisiones de carbono en 2050. Biden asumirá en enero próximo, por lo que incluso aunque gane la elección, Estados Unidos no estará presente en la Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP), que comenzará el lunes próximo y se extenderá hasta el 19 de noviembre en Glasgow, Escocia, para analizar los acuerdo alcanzados en 2015.
"Cada décima de grado cuenta"
"Conforme miramos hacia la COP26 en Glasgow, seguimos comprometidos a trabajar con todos los interesados y asociados de Estados Unidos en todo el mundo para acelerar la acción climática, y con todos los signatarios para asegurar la plena aplicación del Acuerdo de París" convoca el documento firmado por China, Francia, Italia, el Reino Unido y ONU.
Niklas Hohne, científico climático de la Universidad de Wageningen en Holanda y miembro de un grupo de simulación llamado Climate Action Tracker, aseguró que el plan climático de Biden por sí solo podría reducir el aumento de temperatura en el orden de 0,1°C. "Esta elección podría ser un punto de quiebre para la política climática internacional; cada décima de grado cuenta", destacó.
A contramano del análisis científico, Trump había minimizado el impacto de las metas conservadoras del acuerdo: “Incluso si el Acuerdo de París se implementara completamente, con el cumplimiento total de todas las naciones, está estimado que reduciría solo dos décimas de un grado para 2100. Piensen en ello,una cantidad diminuta, diminuta”.
Según un informe del grupo America's Pledge, citado por la agencia de noticias AFP, si Trump consigue la reelección, la lucha contra el cambio climático quedará en manos de los estados, ciudades y empresas que se comprometan a reducir las emisiones de gases de efectivo invernadero y podrían lograr una reducción del 37% de las emisiones de carbono de EEUU hasta 2030.
Por otra parte, las organizaciones ambientalistas denunciaron que la posición de Trump ya causó un impacto multiplicador, ya que desde el anuncio del retiro del acuerdo en 2017, países como Australia, Arabia Saudita y Brasil minimizaron las acciones iniciadas para cumplir con los objetivos a los que se habían comprometido.
Muchos de los devastadores impactos del cambio climático ya se sienten hoy, como la pérdida de hielo marino (se espera que el Ártico esté libre de hielo para mediados de siglo), el aumento acelerado del nivel del mar, sequías y olas de calor más prolongadas e intensas, huracanes más fuertes y cambios en los patrones de precipitación.