El trigo HB4, de la empresa Bioceres, es resistido en el campo y la ciudad por numerosos motivos. Uno de ellos es el patentamiento de la semillas. Mientras las multinacionales del agronegocio presionan para modificar leyes y cobrar regalías, organizaciones de productores, campesinos e indígenas defienden el derecho al uso propio de las semillas y alertan sobre la pérdida de biodiversidad y soberanía alimentaria.
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«La semilla es el primer eslabón de la cadena alimentaria y donde se almacena la cultura y la historia»
El Gobierno impulsó, dentro de la Ley Ómnibus en el Congreso Nacional, la adhesión al convenio internacional UPOV 91, que otorga ventajas a las grandes empresas de semillas y agrotóxicos, e implica un riesgo para la alimentación de Argentina. Un análisis de qué implica esa normativa y por qué los movimientos campesinos y pueblos indígenas protegen las semillas.
UPOV 91 significa privatizar las semillas, una cruzada neoliberal de Menem a Milei
El debate sobre el patentamiento de semillas y el objetivo de esos mejoramientos se repite en la Argentina desde la adhesión a la Unión Internacional para la Protección de Obtenciones Vegetales (UPOV) durante el gobierno de Carlos Menem. La privatización y el avance de la agrobiotecnología vuelven a la carga con el gobierno de Milei para dar otro paso con el convenio UPOV 91. Repaso de dos décadas de negociaciones.
Por la defensa de las semillas y en rechazo a la privatización que impulsa el Gobierno
Más de 400 organizaciones socioambientales, universitarias y de productores denuncian que el Gobierno y las grandes empresas intentan avanzar en el control de las semillas, primer eslabón de la cadena alimentaria. Vía el proyecto de Ley Ómnibus buscan la adhesión a la normativa UPOV 91, que beneficia a compañías como Bayer-Monsanto, Syngenta, Bioceres y Don Mario.
¿El Gobierno va por la privatización de las semillas?
Empresarios del agronegocio y medios afines filtraron la intención del Gobierno de descontar a los productores rurales un canon por el uso de las semillas producidas por las multinacionales de biotecnología. El interés empresario está puesto en nuevas tecnologías transgénicas como el trigo y la soja HB4, pero iría en contra del principio de “uso propio” vigente en la Ley de Semillas y sería una política pública contraria a la soberanía alimentaria.
Trigo transgénico, más agrotóxicos y el riesgo de una nueva ley de semillas
La autorización del Gobierno al trigo HB4 tiene una consecuencia directa: los transgénicos llegarán al pan, los fideos y todos los derivados de la harina. Desde la mirada agronómica se suman hechos graves como el mayor uso de herbicidas y el intento de avanzar en una nueva ley de semillas. La profundización del modelo de agronegocio y la alianza Gobierno-empresas.
Cooperativa Colonia Ferrari, una construcción colectiva para la vuelta al campo
Por Nahuel Lag Desde Maipú, Buenos Aires Los 365 días del año, a 20 kilómetros de la localidad bonaerense de Las Armas, un grupo de familias se levanta para poner en marcha el tambo, reunir el rodeo, ordeñar las vacas y producir alimentos de base agroecológica para abastecer mercados de cercanía y redes de comercialización de la economía popular....