Por Marcelo Abud
Perico es un pueblo de frontera. Es multicultural y diverso. A menudo lo recorro con fascinación y perplejidad. Tengo la sensación de transitar entre decorados. Camino sus calles como inmerso en el cosmos —¿o el caos?— de un estudio de filmación. ¿Acaso todo se desgajará en un instante dejándome inerme? ¿Es fantasía? ¿Es realidad? Todo límite es difuso.
Fotografío, retrato. Lo que me gusta y lo que no. Me involucro. Pongo mis sentimientos en juego. Acciono con el humor. Y con respeto pretendo hablar de sus identidades diversas. Me sumerjo en ellas, buscándome.
Fotos: Marcelo Abud