La Comunitaria: producción con valor agregado que alimenta la cultura local
noviembre 20, 2025
Cultura, trabajo y producción con agregado de valor local. Son características de la cooperativa láctea La Comunitaria, en General Pico (La Pampa). Desde hace cuatro años sostienen la elaboración de quesos y la comercialización regional. Destacan el rol del Estado presente y la potencia del trabajo comunitario. "Es un modelo replicable de alimento de cercanía, puede ser una política de producción y de soberanía alimentaria", afirman.
Foto: Rocío Guevara

Por Patricio Suárez Area 

“Cuando alguien compra un producto de La Comunitaria no solo adquiere un alimento sino un proyecto social, colectivo, de desarrollo local.” Con esa impronta resume Manuel “Manolo” Martino, de la cooperativa La Comunitaria de General Pico, La Pampa, la presencia en almacenes, exposiciones regionales y ferias locales de los quesos elaborados en la planta de Lácteos Cercanía. Impulsada y gestionada desde hace dos años por la entidad asociativa, que integra la Federación Rural para la Producción y el Arraigo, hunde sus raíces en plena pampa húmeda con un modelo de producción local, desde y para la región.

La Comunitaria es una organización cooperativa con dos décadas de trayectoria, cuyo espíritu rescata la cultura local y convoca desde el arte, la danza y el teatro a los vecinos y vecinas de distintas localidades, sobre todo rurales, a participar, a encontrarse y a fortalecer el arraigo. En los últimos años buscaron cómo generar una nueva veta, productiva y comercial, que generara puestos de trabajo y vinculara de otra manera al proyecto con la ciudadanía.

No por casualidad decidieron que fuera un proyecto agroalimentario: “Siempre quisimos llevar adelante algo orientado a la producción agropecuaria, al valor agregado en origen y a la oferta de alimentos en mercados de cercanía”, destaca Martino.  

El proyecto se hizo realidad en 2021. Contó con el apoyo del gobierno de La Pampa y del entonces Ministerio de Desarrollo Social de la Nación (a través del programa Sembrar Soberanía Alimentaria). También estuvo el acompañamiento técnico del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la Universidad de Buenos Aires (UBA) —todos programas, organismos e instituciones eliminados, ajustados o desfinanciadas por el gobierno de Javier Milei—. Y claro que también estuvo el compromiso militante de técnicos y profesionales vinculados a la propia organización. 

Foto: Cooperativa La Comunitaria

Dos años después, en 2023, se puso en funcionamiento la planta dentro del Parque Agroalimentario de General Pico, en un lote facilitado por la gestión provincial con energía, agua potable y gas natural. Desde entonces la producción fue en aumento: están procesando entre 400 y 500 litros por mes, lo que equivale a unos 40 o 50 kilos de queso.

Las unidades salen en formatos de 600 gramos a un un kilo y, de momento, la variedad principal es del tipo gouda —algunos saborizados— aunque también hay pategrás y, en menor medida, sardo. La materia prima proviene de un tambo en las afueras de General Pico y otro de Catriló. De ese modo, el proyecto de La Comunitaria también fortalece las cadenas cortas y el desarrollo rural a nivel local.

Gracias a tener su propio camión frigorífico con un remolque cisterna, la cooperativa puede ir a buscar a los campos la leche y pagar entre 150 y 200 pesos más el litro que la principal firma del mercado. Las condiciones de las grandes empresas no se ajustan a los vaivenes de los productores locales e imponen condiciones por volúmenes constantes. Un próximo paso para la planta de Lácteos Cercanía es la elaboración de crema para lo que ya cuenta con una máquina desnatadora. Pero el escenario actual del mercado interno complica los pasos a seguir.

Foto: Cooperativa La Comunitaria

Políticas de arraigo rural

“Estamos trabajando al límite. No vamos a cerrar la fábrica, pero tenemos que estar muy finos con los números y esperando pueda mejorar el consumo. Las perspectivas con este modelo económico nacional las vemos muy difíciles”, lamenta Manolo y agrega: “Este tipo de proyectos van en contramano a la política nacional, que es antiproducción.”

El consumo en general cayó en septiembre 3,7 por ciento frente a agosto, según la consultora Scentia; y, en supermercados, la caída alcanzó el 5,3 por ciento en lo que va del año. En autoservicios, la baja acumulada es de 1,2 por ciento. En el caso de los quesos, el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA) estimó para este año una recuperación tanto del precio como del consumo respecto a 2024, pero advierten que es más lenta de lo esperada. 

Así, el consumo de queso en Argentina durante septiembre de 2025 está afectado por un contexto de estancamiento y recuperación lenta. Si bien la producción total y las exportaciones de lácteos han crecido, el mercado interno aún no ha recuperado los niveles de consumo anteriores a la caída de 2024.

Argentina, según datos del OCLA, es uno de los países de la región con más consumo de queso en la región —unos 12 kilos per cápita— pero, si se mira en detalle por tipo de producto, la preferencia según categorías es muy marcada: blandos (57 por ciento), semiduros (31 por ciento), duros (nueve por ciento) y especiales (tres por ciento).

En momentos donde la gente no tiene plata en el bolsillo, no llega a fin de mes, se priva de comprar productos de alta calidad como los que hoy estamos ofreciendo nosotros, y la verdad que no dan los costos, como tampoco le dan al tambero, entonces la rueda se frena y nos afecta a todos”, advierte Manolo. 

Para La Comunitaria la prioridad es tener la planta en funcionamiento, sostener los cinco puestos de trabajo, mantener la infraestructura y el capital de trabajo, en tanto “un repuesto en una máquina, en la cámara de frío o en un utilitario tiene un impacto muy grande”. Así, a contramano, La Comunitaria también impulsó una planta de alimentos balanceados en Santa Isabel, al noroeste de La Pampa. Una zona ovina y caprina por excelencia, donde muchos de los crianceros estaban asfixiados por los costos de los alimentos para sus animales. 

Nuevamente, la estrategia asociativa fue la llave que abrió la puerta a un nuevo eslabón en la cadena de valor, que hoy les permite al menos capear el temporal. Integrados en La Comunitaria y con el paraguas de una entidad de grado superior como la Federación Rural, los productores pusieron en pie una fábrica de balanceados que, por el momento, está procesando maíz embolsado y maíz partido. El próximo paso es ofrecer alimento mezclado.

“No estamos hablando de regalar el maíz, sino de que los productores puedan acceder a ese insumo clave a un precio justo”, destaca Manolo sobre las estrategias colectivas para sostener la producción.  

En el caso del sector lácteo, acusa que “hay una fuerte concentración” y advierte que “por más que se produzcan más litros leche son menos los actores primarios, sobre todo pequeños y medianos”. Por eso, “la alternativa es confluir con otras entidades del movimiento cooperativo, con usinas lácteas pequeñas y medianas, y poder trabajar asociados para que la tormenta no nos destruya”.

“No creemos que una planta chica como la nuestra va a solucionar el problema del sector lácteo, pero sí creemos que es un modelo replicable porque es alimento de cercanía y es darle valor agregado a lo que producimos en nuestra zona. Esto puede ser una política de producción, de soberanía alimentaria, un modelo multiplicable.”

Para eso se necesitan políticas públicas que favorezcan este tipo de desarrollo. Martino enumera, a modo de ejemplo, la cesión de lotes en parques industriales, recursos técnicos para procesos de habilitación y créditos a largo plazo para inversión en infraestructura y equipamiento.

Foto: Cooperativa La Comunitaria

Trabajo cooperativo para abastecer de alimentos los mercados locales

A Pablo Ponce lo convocaron, cuando comenzó a construirse la fábrica en el parque industrial, para realizar trabajos de instalación eléctrica, mantenimiento y otras tareas vitales para la posterior aprobación legal y sanitaria de parte de autoridades municipales, provinciales y nacionales; y ahora es parte del equipo de producción de lácteos. “Al principio fue prueba y error. Fuimos encontrando el rumbo y hoy podemos decir que estamos instalados con un muy buen producto en almacenes y ferias de Pico y alrededores, además de exposiciones en otros lugares”, cuenta Pablo.

El pasado fin de semana, de hecho, los quesos de La Comunitaria estuvieron presentes en la Expo de Cooperativas Lácteas (Coopelac 2025) organizada por el Municipio de Castelli (Buenos Aires) junto con los ministerios de Producción y Desarrollo Agrario y el Instituto Provincial de Acción Cooperativa (IPAC) bonaereses. La Federación Rural y otras entidades asociativas como AgroBa —que reúne a las cooperativas agropecuarias del Frente Agrario Evita— y la Federación de Cooperativas Federadas (Fecofe) fueron las protagonistas de esa jornada, en coincidencia con el Día del Tambero.

Además de una expo, la Federación destacó que se trató de “un espacio de diálogo, planificación y proyección colectiva, donde Estado y sector productivo reafirmen su compromiso con un modelo inclusivo, sustentable y arraigado en las comunidades”. Ponce, quien participó del encuentro, relató que el “común denominador" de los intercambios entre los productores cooperativas es la preocupación por la "caída notoria del consumo y la lucha por subsistir esperando que la situación mejore y levante la actividad”.

Ponce trabaja con otro compañero en el área productiva de Lácteos Cercanía y la plantilla de asociados se completa con quienes se desempeñan en la parte administrativa, de ventas y la distribución. “El trabajo asociativo es muy eficiente. Se puede llegar al consumidor con un producto de buena calidad. Somos el ejemplo de que una empresa cooperativa puede impulsar y gestionar una fábrica y reforzar su vínculo con la comunidad”, afirma

Las palabras de Ponce definen, precisamente, la esencia de La Comunitaria. Un proyecto integral, cuya génesis social y cultural alumbró un desarrollo productivo en crecimiento a pesar de las circunstancias.

Foto: Cooperativa La Comunitaria

Sembrar cultura para el arraigo

Como nadie puede realizarse en una comunidad que no se realiza, quienes impulsaron La Comunitaria lo hicieron pensando en un proyecto integral, que atravesara con una matriz solidaria los distintos ámbitos de la vida de las personas. Por eso, los objetivos de la cooperativa son la producción de bienes culturales, sociales, agropecuarios, forestales, de consumo y de vivienda.

El teatro comunitario y otras expresiones artísticas fueron desde el principio vehículos para compartir las tradiciones, los sentimientos y las inquietudes que laten en la comunidad de General Pico, donde desde el arte intervienen en problemáticas sociales profundas: “Trabajamos mucho con jóvenes, muy fuerte desde lo cultural, pero también con asistencia psicológica, trabajadores sociales e incluso internaciones”, cuenta Manolo sobre el centro de asistencias a las adicciones de la cooperativa.

“Nuestro lema es sembrar cultura para el arraigo. Hablamos de la cultura de la capacitación, la cultura del trabajo, la cultura del valor agregado, una batalla cultural integral. A veces parece que la cultura artística no se puede emparentar con una organización rural, o con un sindicato, con una empresa productiva. Se entiende a la cultura solo como ocio, pero en nuestro espacio lo tenemos resuelto porque la cultura es transversal a la vida en comunidad”, reivindica.

La cultura es también la forma en que se producen y se consumen alimentos, por eso además de la planta láctea y la de alimentos balanceados, la cooperativa apoya emprendimientos de asociados en distintos rubros como los panificados. Este tipo de proyectos productivos responden a la idea de que “la salida a las crisis, la respuesta al arraigo, la respuesta al repoblamiento en nuestro país va de la mano con proyectos de vida, y esos proyectos tienen que integrar todas las facetas de la vida, en el ámbito de la producción agropecuaria, la salida es por vía de la generación de valor agregado en origen, la industrialización”.

Ampliando este diagnóstico, Manolo precisa: “Ahora se habla mucho de las oportunidades que tiene Argentina con el mundo, de la minería, de los recursos naturales, pero se dejó de lado la palabra 'industria'. Es mala palabra, igual que 'producción nacional'. Para los pueblos rurales la manera de generar trabajo, sobre todo para los jóvenes, es con proyectos de valor agregado en origen.”

*Edición: Nahuel Lag.

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