Por Julián Pilatti
Agroquímicos en pozos de agua, en jardines y plazas, en el agua de lluvia y en la emblemática laguna de la localidad. Eso es lo que determinó la primera parte de un estudio científico impulsado por vecinos de la localidad de Lobos (Buenos Aires) y realizado por el Laboratorio de Plaguicidas del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) Balcarce.
Desde hace años que los vecinos de Lobos denuncian el nulo control que existe sobre las fumigaciones en los campos, incluso cerca de la zona urbana. Alertados por afectaciones en la salud, decidieron organizarse, juntar fondos y realizar un estudio. “Encontramos contaminación por plaguicidas en todas las muestras de la zona urbana y rural de Lobos, en el agua corriente, en el suelo de nuestros jardines y plazas, en el aire, en el agua de lluvia, y en nuestros cursos de agua y nuestra laguna”, afirma la presentación del informe, que fue difundido el miércoles 19 de mayo en conferencia de prensa.
Realizado por la investigadora Virginia Aparicio, del INTA, identificaron once plaguicidas en aguas subterráneas de diferentes profundidades. Incluso en las utilizadas por las estaciones de bombeo que toman el agua a 50 metros de profundidad.
Para entender la gravedad de esta situación, hay que tomar como ejemplo que uno de los herbicidas encontrados, el 2-4D, está “45 veces por arriba de lo aceptado por la Unión Europea”, que es la referencia tomada por el INTA en estos casos, según se detalla en el informe.
El estudio comprobó incluso contaminación en aguas de lluvia: el informe detalla el hallazgo de diez agroquímicos en una muestra de agua de lluvia que fue tomada en la plaza principal de Lobos, el pasado 8 de abril. “Nos llueven en la cabeza herbicidas e insecticidas, las mayores concentraciones fueron de atrazina, fipronil y otra vez 2-4D”, manifestaron en el informe las organizaciones que participaron del trabajo: Alianza Clima Vida y Salud, Coplasa, FIT, Ecolobos, Fuerza Ecológica, Junta Vecinal Laguna de Lobos y Casa de la Cultura de Lobos.
El estudio también reveló que hay presencia de diferentes herbicidas en el espacio público: incluso en la plaza principal de la ciudad. Evidencia de que los plaguicidas se transportan con el viento mucho más de las distancias que se imponen por fuera de los campos de cultivo.
Se tomaron muestras en los árboles cercanos para medir el impacto de estas aguas y vapores contaminados en el material vegetal. “Nos encontramos para nuestra sorpresa con seis plaguicidas a pesar de que esperábamos encontrar uno o dos”, señaló Sebastián Díaz, uno de los vecinos que participó del estudio.
Otras muestras fueron recogidas en la Escuela 3 de Chacras y en la plaza principal, llamada “1810”. “Allí también encontramos cinco plaguicidas. Debajo de los juegos de la Escuela 3, registramos importantes cantidades de glifosato y también en la plaza principal de Lobos”, agregó Díaz.
El estudio, que encabezó el Laboratorio de Plaguicidas del INTA Balcarce, estableció presencia de agroquímicos en arroyos y en la reconocida laguna de la ciudad. “En estos cursos de agua encontramos doce plaguicidas, debido posiblemente al lavado de los campos de cultivo durante los eventos de lluvia, y en los sedimentos también encontramos siete plaguicidas, mayormente glifosato, 2-4D y clorpirifos”, se detalla en la página tres del informe que divulgaron desde el INTA Balcarce.
Un millón de litros de agrotóxicos
“Sabíamos que íbamos a dar con algo, pero no esperábamos encontrarnos con tanto. El resultado fue un horror. Impacta ver gráficamente estos resultados, que son contundentes. Nos moviliza y nos pone en estado en alerta”, le dijo a Agencia Tierra Viva, Cielo Campos, una de las referentes de la organización ambiental Fuerza Ecológica de Lobos.
Desde ese sector se encuentran a la espera de la resolución por parte del Concejo Deliberante local respecto a diferentes proyectos de ordenanza que tratan distancias para el uso de los agroquímicos.
En el municipio, que conduce Jorge Etcheverry (UCR-PRO), el debate por ordenanzas respecto a las aspersiones comenzó el año pasado y esperan retomarlo en las próximas semanas. Existen cuatro borradores: las principales entidades rurales proponen límites de fumigaciones entre 50 y 500 metros de la zona urbana, pero los vecinos y especialistas se amparan en un estudio científico que se realizó en la ciudad de Pergamino y proponen una distancia de 1095 metros.
En esa localidad del norte bonaerense, la justicia federal falló a favor de vecinos fumigados y ordenó realizar un estudio similar a que se llevó a cabo en Lobos. El resultado fue el hallazgo de 18 tipos de agroquímicos en las napas del agua.
“Estamos haciendo lo imposible para que el Concejo Deliberante lo tome como prueba antes de aprobar la ordenanza. Sabemos que sentamos un precedente en este sentido, y que ahora (los concejales) no van a poder hacerse los desentendidos de esta información”, señaló Campos.
Según un relevamiento que encabezó la organización Naturaleza Derechos, el sistema productivo de Lobos sufrió una metamorfosis desde que los productos transgénicos, como la soja, monopolizaron los campos de la provincia de Buenos Aires. En 1989 la agricultura de Lobos comprendía 48.000 hectáreas, y se distribuía equitativamente en seis cultivos: avena, trigo, lino, girasol, maíz y soja.
“Al 2016, la situación es muy distinta. La agricultura acapara más de 86.000 hectáreas y la distribución de los cultivos tiene el predominio del cultivo soja con el 60 por ciento, seguido por un poco más del 20 por ciento de maíz”, explicaron desde esa organización ambiental.
Considerando los parámetros del uso de 13 litros/kilos de agrotóxicos por hectárea — como mínimo– que surge de una investigación de datos e información realizada por Naturaleza de Derechos, en Lobos se utilizan actualmente por año un aproximado de un millón de litros/kilos de agrotóxicos.
La Sociedad Rural propone fumigar sin límites
Pese a los datos que aportan los científicos y los ambientalistas, en esa danza de ordenanzas y de tipos de zonas de exclusión para el uso de agroquímicos sobre la población, la Sociedad Rural de Lobos sugirió una distancia mínima de cero metros. La propuesta se basó en que, según las autoridades de la entidad rural, “no hay ningún tipo de riesgo” para las personas. Las afirmaciones de algunos miembros de esa entidad se realizaron en las audiencias que tuvieron vecinos y productores en el marco de la discusión por una ordenanza que regule las fumigaciones en Lobos.
Uno de los proyectos más permisivos entró al Concejo Deliberante con el aval del intendente Etcheverry, ex presidente de la Sociedad Rural y, hasta hace pocos días, tesorero de esa institución. Por su parte, la directora de la Comisión de Ambiente de Lobos, María Inés Abib, aseguró que el tema de los agroquímicos era similar a los antidepresivos. “Son peligrosos sólo si no se regulan”, dijo Abib en diálogo con la emisora local FM Encuentro. La funcionaria es dueña de una de las farmacias más conocidas de la localidad.
Numerosas pruebas y necesidad de actuar
“Tanto la atrazina como el 2-4D y el glifosato encontrados en casi todas las muestras en cantidades alarmantes son considerados disruptores endocrinos, o sea que pueden provocar enfermedades de la glándula tiroides y de otras glándulas del sistema endócrino”, detallan en el estudio.
“Además muchas de las sustancias encontradas son probables causantes de cáncer en humanos. Existen estudios científicos muy confiables tanto a nivel nacional como internacional que demuestran los impactos nocivos de los plaguicidas hallados en Lobos”, puntualizan en el informe.
Desde la organización ambiental Fuerza Ecológica alertaron a las autoridades municipales y al intendente Etcheverry para que se actualice las normativas, se realice monitoreos sistemáticos del impacto en la salud de la población y en el ambiente, y se tomen medidas que aseguren la protección de los acuíferos, de los cuales se extrae el agua que abastece a la ciudad.
Los vecinos y organizaciones que impulsaron el informe confirman que ya existen suficientes evidencias que certifican que alejar las pulverizaciones y reducir las cantidades aplicadas disminuyen los residuos en el ambiente con el paso de los años. “Estamos a tiempo aún de revertir esta situación en la medida en que actuemos responsablemente y con celeridad. Esta es una alerta grave que, tanto las autoridades como la ciudadanía, tenemos la responsabilidad de escuchar. Por nosotros y por las futuras generaciones. Hay que actuar rápido”, cerraron en un comunicado desde Fuerza Ecológica de Lobos.