Por Mariángeles Guerrero
La Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (Casafe) presentó esta semana la primera edición de su concurso nacional Futuros Líderes BPA, destinado a estudiantes de los últimos tres años de escuelas secundarias técnicas agrarias o técnicas. La iniciativa generó el repudio de la Red Federal de Docentes por la Vida, agrupación de trabajadoras y trabajadores de la educación que resisten a las fumigaciones y que militan por la salud de las comunidades educativas frente al avance del agronegocio.
Bajo el lema: “Hacer las cosas bien y poder mostrarlo”, el concurso de Casafe propone la realización de un proyecto en donde se implementen las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) en el uso de fitosanitarios. Según indica la propia entidad, se busca “desarrollar en los estudiantes el espíritu de emprendimiento, mediante actividades que encaminen a aplicar el liderazgo, la responsabilidad, la creatividad y el compromiso”.
Entre los objetivos de Casafe, se cuenta promover "una agricultura sostenible que equilibre productividad, cuidado del ambiente y desarrollo integral de la sociedad". "Concientizamos en la gestión responsable de productos fitosanitarios a través de capacitaciones, certificaciones y en nuestra comunidad virtual", aseguran en su sitio web.
Desde la Red de Docentes afirman con contundencia: “La única buena práctica agrícola es la agroecología”. Además, critican la intromisión del agronegocio en las aulas con la anuencia del Estado.
Repudio docente
“Desde la Red Federal de Docentes por la Vida repudiamos nuevamente el ingreso del agronegocio a la educación formal, sobre todo a las escuelas agrarias”, afirmó Yamila Vega, integrante de la Red de Docentes, en diálogo con Tierra Viva.
Para la entrevistada, con la actividad de Casafe “se busca que los estudiantes tengan que manipular -que de hecho ya lo hacen- una diversidad de agrotóxicos”. “Denunciamos que las empresas y el Estado, que es responsable y que avala la intromisión del agronegocio en las escuelas, intentan legitimar la manipulación de agrotóxicos por parte de niñas, niños y adolescentes”, manifestó la docente, quien trabaja en una escuela secundaria técnica agraria.
“Visito los hogares de las y los estudiantes y soy testigo de cómo muchos de estos chicos, sobre todo los varones, ayudan a sus familias en las tareas que se realizan en el campo. Manipulan los bidones, las maquinarias -mochilas, avionetas o mosquitos”, relató. “Conozco casos de estudiantes que han tenido situaciones graves de salud, sobre todo alergias y problemas respiratorios por la utilización de estos productos”, agregó la docente.
Comunicado
“Desde la Red Federal de Docentes por la Vida, hemos denunciado en reiteradas oportunidades la intromisión de las empresas del agronegocio, y del extractivismo en general, en los distintos niveles de la educación formal, mediante el otorgamiento de pasantías en predios productivos y empresas, el desarrollo de jornadas como 'Escuelagro', las “Olimpiadas de pulverización” y la entrega de bibliografía”, afirma la Red Federal de Docentes por la Vida en un comunicado.
“Comienza un nuevo ciclo lectivo, y se reconfiguran estas estrategias de adoctrinamiento”, advierten.
Para la Red, el discurso de las Buenas Prácticas Agrícolas Bajo pretende “legitimar, una vez más, el uso de agrotóxicos, bajo el manto de la inocuidad de los mismos, ocultando la sobrada evidencia que muestran que mediante la deriva los venenos invaden suelo, aire, agua y nuestros cuerpos, deteriorando el ambiente”.
“Quienes desandamos las escuelas rurales somos testigos directos de la explotación de niños, niñas y adolescentes que directa e indirectamente se ven afectados por este modelo, porque sus hogares y producciones familiares son alcanzados por los agrotóxicos, y porque un gran porcentaje de la población adolescente del medio rural realiza distintos trabajos manipulando bidones, maquinaria, e incluso dentro de las plantas de silo, sin protección alguna”, denuncian.
A la vez, destacan que “las empresas ingresan a las aulas con el consentimiento y apoyo de los organismos estatales”.
“Es por todo lo expuesto, que nuevamente solicitamos a los gremios docentes que se pronuncien a favor de los derechos de los y las estudiantes y trabajadores/as de la educación afectada gravemente por el agronegocio y nos acompañen en esta denuncia para que no se permita la intromisión de las empresas en las aulas”, demandan.
Antecedentes
La propuesta de Casafe se inscribe en otras que contribuyen a legitimar en las escuelas las llamadas Buenas Prácticas Agrícolas. Tal es el caso de Escuelagro, promovida por el propio Estado. El sitio web del Inta explica que esa experiencia “permite exponer tecnologías desarrolladas para el sector agropecuario, visibilizar la multiplicidad de posibilidades que ofrece el mismo y fomentar el intercambio entre escuelas”.
Otro caso son las olimpíadas de pulverización. Una de ellas se desarrolló en junio de 2019, en la Escuela Agropecuaria de Olavarría, con la anuencia del gobierno provincial. Allí se realizó un certamen que premiaba la pericia de uso de agrotóxicos. Además, se abordó las BPAs en el manejo de envases y en tecnologías de aplicación.